Las piedras se extraen tradicionalmente de los campos recogiéndolas a mano. Esto no solo requiere mucho tiempo sino que, en el peor de los casos, pone en riesgo la salud de las personas debido a las malas posturas de trabajo. Para empeorar las cosas, el resultado final nunca es tan bueno como el que se obtiene mediante la extracción mecánica. Los campos completamente despejados producen una mejor cosecha, evitan daños a otra maquinaria agrícola y reducen los costos de reparación.